EN EL ATENEO DE BUENOS AIRES LAURA LEGAZCUE BAILA EL 31 ORQUESTA ELECTRO TANGHETTO ENTRADAS EN VENTA.TAMBIEN POR PLATEANET. boton HORA DE URUGUAY CON FINES DOCENTES-me acojo al art. 32 de la Ley de Propiedad Intelectual española que dice asi:Artículo 32. Cita e ilustración de la enseñanza. 1. "Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.

sábado, 2 de marzo de 2013

el poder de los senos o pechos

El porqué de la Ciencia Imprimir¿Por qué nos fascinan los pechos? http://www.rtve.es Masajearlos libera una hormona que refuerza los lazos afectivos Activa los mismos circuitos cerebrales que la lactancia materna Ampliar foto Casi dos décadas después, ya en el tercer milenio, la moda no ha cambiado y el prototipo de la mujer perfecta es un cuerpo delgado con pechos prominentes EnviarIr a fotogalería Un repaso histórico al valor del pecho femenino en la sociedad occidental Noticias relacionadas Documentos TV. "Tetas, un valor en alza" AMÉRICA VALENZUELA 01.03.2013 Los pechos son el signo de femineidad por excelencia. Los hombres sienten debilidad por esta parte del cuerpo de la mujer y no hay mirada que no se les escape hacia un bonito escote. A su vez, las mujeres cuidan sus pechos con coquetería y los realzan con sujetadores de diseños diversos. La razón de este comportamiento poco tiene que ver con las modas. Es una conducta instintiva. Los pechos tienen utilidad biológica más allá de la maternidad: sirven para maximizar el vínculo afectivo entre las parejas sexuales. “No es algo aprendido, sino que viene programado en nuestro cerebro”, explica a RTVE.es el estadounidense Larry Young, neurocientífico especializado en el comportamiento social en la Universidad de Emory. A pesar de ello, desde el punto de vista biológico, esta fascinación humana por los pechos es bastante rara. “Las mujeres son los únicos mamíferos cuyos pechos crecen en la pubertad independientemente de si están embarazadas o no y los hombres somos los únicos mamíferos fascinados por los pechos, que los masajean con las manos y la boca durante las relaciones sexuales”, comenta. Una hormona provoca la fascinación por los pechos La explicación a este comportamiento tiene que ver con la liberación de oxitocina en el cerebro, la apodada ‘hormona de los mimosos’ o ‘pegamento social’ porque produce un sentimiento de unidad. La sintetiza la glándula pituitaria del hipotálamo, los ovarios y los testículos. Se libera con las caricias, los besos y la estimulación vaginal. Como todas las hormonas, tiene varias funciones, entre las que figuran desencadenar la contracciones del parto y las del orgasmo. Esta hormona se libera con las caricias en los pechos y pezones durante las relaciones sexuales por una razón muy relacionada con la lactancia materna. En ese periodo de la vida de una madre se libera oxitocina en grandes cantidades. El bebé aprieta con la boca y las manitas el pecho de la madre. Esta estimulación envía señales al cerebro que hacen que se produzca la hormona, que hace que la leche fluya adecuadamente. Además aumenta la unión entre la madre y el bebé. “La madre centra su atención en el bebé, que se vuelve lo más importante de este mundo”, explica este experto autor del libro La Química entre nosotros: amor, sexo y la ciencia de la atracción. Por otro lado, el hecho de que los humanos tengamos sexo cara a cara y nos miremos a los ojos sirve para ayudar a establecer un vínculo entre amantes. Para ello explota el mismo circuito cerebral que el que se forja con el vínculo madre e hijo durante la lactancia. “De manera simultánea se libera otra hormona, la dopamina, relacionada con la plenitud, la euforia y también con la motivación para conseguir un objetivo en concreto”, explica Young. “Las dos hormonas juntas ayudan a que la cara del recién nacido, su olor y sus sonidos se fijen en el circuito cerebral de recompensa de la madre y así ella relacione la tarea de cuidar a su bebé como una experiencia buena y motivadora”, detalla Young. En definitiva, despierta el instinto maternal. En la cama despierta el amor romántico. http://www.rtve.es/noticias/20130301/fascinan-pechos/611721.shtml