DICHOSO USTED, SEÑOR PRESIDENTE SANTOS

CORREO RECIBIDO.SIN COMENTARIOS.LE DESEAMOS AL SR SANTOS SALUD Y DISCERNIMIENTO Y VOLUNTAD DE MEJORAR AL PUEBLO DE COLOMBIA, ...........................................................BY Sergio A. Hincapié V. ME LLEGO ESTE MENSAJE Y ME PARECE PRUDENTE DARLO A CONOCER...SOBRE TODO PORQUE ESTOY DE ACUERDO EN LA MENDICIDAD QUE TENEMOS QUE PASAR PARA ACCEDER A LOS SERVICIOS DE SALUD...ASÍ SE PAGUE PUNTUALMENTE EL VALOR DE LA EPS... ------------------------------------------------------------------------------ DICHOSO USTED, SEÑOR PRESIDENTE: Dichoso usted, señor Presidente, que fue diagnosticado en tiempo récord y que va a ser tratado también en tiempo récord. Dichoso usted señor Presidente, que no tuvo que peregrinar de cita médica en cita médica, para caer en manos de incompetentes e indolentes médicos generales de cualquier EPS, que, tal vez, tal vez, después de tres meses, le autorizaran una cita con un especialista y que éste por fin le autorizara los exámenes necesarios para hacer un diagnóstico acertado. Dichoso usted, señor Presidente, que no tuvo que esperar que el laboratorio cualquiera, con el que tiene convenio la EPS, practicara y entregara oportunamente los resultados para iniciar su tratamiento. Dichoso usted, señor Presidente, que tendrá acceso a las mejores instalaciones hospitalarias, a los mejores especialistas y a los mejores tratamientos, sin tener que someterse a largas esperas, como les toca a millones de colombianos todos los días y que en esa espera, mendigando un servicio, han muerto o que están por morir, bajo la mirada indiferente del Estado que usted representa. Dichosos sus familiares y su distinguida esposa doña Clemencia, de quien por cierto, como decimos las señoras, ni más!!! Y digo ni más, porque en plena campaña electoral suya me atiborró a correos electrónicos diciendo que quería ser mi amiga, mensajes que me honraron y lógicamente respondí, pero ella que tanto me escribía, incomprensiblemente me ignoró cuando le contesté. Digo, pues, que dichosa doña Clemencia, que no tendrá que dormir en un asiento en una habitación de hospital compartida con dos o tres enfermos más y sus acompañantes, como le tocó hacerlo a mi hermano, quien durante 15 noches durmió en una silla en la habitación que le asignaron a mi padre. Sí a mi padre, un hombre de 80 años, que tuvo que esperar cinco (5), sí, cinco (5) meses para que, pese a todos los síntomas que presentaba, un médico por fin le ordenara los exámenes pertinentes para obtener un diagnóstico: Cáncer de recto. Sí, mi padre, quien después del diagnóstico, lleva esperando otros cinco (5) meses para acceder a un tratamiento; los cinco meses se cumplen el 12 de octubre. Desde que fue diagnosticado, no ha recibido tratamiento alguno. Mi padre, por quien hemos tenido que rogar, exigir y casi que mendigar para que sea atendido; mi padre, a quien dejaron toda una noche y un día entero en la sala de urgencias de una clínica de Cali, sin asignarle una habitación, porque la EPS Comfenalco Buga no enviaba las autorizaciones respectivas para internarlo. Mi padre, quien lleva cuatro (4) meses con una sonda vesical y dos meses con una colostomía, con intensos dolores, debilitándose cada día por un sangrado rectal que padece desde el mes de mayo. Mi padre, que nos enseñó el sentido de responsabilidad, la honestidad, la honradez, que nos enseñó a valorar la satisfacción que se siente por las cosas logradas con el trabajo y el esfuerzo personal, mi padre, en fin, que desde su lugar, nos hizo buenos ciudadanos, hoy se está muriendo, sin recibir la atención oportuna que merece. Mi padre, por quien hemos presentado infinitos derechos de petición, que si bien no se niegan, tampoco se atienden a tiempo. Mi padre, por quien hemos tenido que presentar una acción de tutela, como último recurso, en el intento de obtener lo que no sólo legal sino moralmente le corresponde recibir. Dichoso usted, señor Presidente que va a "vivir para contarla". Mi padre no. Y yo, si Dios no dispone otra cosa, también tendré que "vivir para contarla", aunque por supuesto, quisiera contar otra cosa. Dichoso usted, señor Presidente, que puede darse el lujo de decirnos anoche a todos los colombianos que va a ser intervenido oportunamente... Su alocución, en las circunstancias actuales, constituyó para mí un insulto, porque mientras a usted lo diagnostican y lo tratan en tres (3) días, mi padre lleva diez (10) meses sin siquiera ser tratado!!! ¿Es usted mejor que mi padre? ¿Vale usted más que mi padre? Por supuesto que no! Entonces, ¿por qué usted sí recibe sin pedirlo, lo que mi padre tiene que mendigar? Hablo de mi padre, pero hago extensivo este texto por los derechos de todos aquellos que aún sobreviven, esperando un tratamiento oportuno y en memoria de todos aquellos que murieron sin recibir la atención debida, en un Estado que se reconoce y proclama como social de derecho. Dichoso usted, señor Presidente, aunque no creo que orgulloso, pues mientras usted se recupera, sus compatriotas se mueren por la indiferencia, la desidia, la negligencia y la indolencia de un sistema de salud miserable, que impera en el Estado que usted dirige.-------------------------------------------------BY Carlos Muskus L. MSc, PhD. Coordinador Unidad Biologia Molecular y computacional PECET. Universidad de Antioquia. Medellin-Colombia. Phones: (574) 219 6507 / 02 Fax: (574) 219 6511 Me gusta · · Compartir · Hace 28 minutos A Ambientalista de Corazón le gusta esto. Se ha compartido 2 ve