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CON FINES DOCENTES-me acojo al art. 32 de la Ley de Propiedad Intelectual española que dice asi:Artículo 32. Cita e ilustración de la enseñanza.
1. "Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.
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martes, 10 de julio de 2012
FORO RODELU 1.1. hijos y nietos de vascos Enviado por: "Carlos Gretter" gretterc@cox.net soyrodelista Lun, 9 de Jul, 2012 7:34 pm Uruguay tiene la "rara" condición de que todos sus principales dirigentes políticos ( José Mujica, Jorge Larrañaga, Luis Alberto Lacalle y Pedro Bordaberry) son nietos de vascos. Yo no se si todos, pero algunos de ellos parecen "hijos de vascos" y otros son conocidos, por gran parte de los uruguayos, como hijos de .... madres trabajadoras. Somos todos tan pluscuamperfectos. Carloncho NEWS [Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto] Arriba Responder a remitente | Responder a grupo | Responder mediante la Web Mensajes con este tema (2) 1.2. Re: hijos y nietos de vascos Enviado por: "Leonardo Traversoni" ltraversoni@hotmail.com leotrado01 Mar, 10 de Jul, 2012 1:22 am En la noticia decian que quienes visitaban al Uruguay eran entre otros legisladores de Bildu un partido independentista, en realidad entonces se ve la verdadera intencion la anexion de la Vascongada por parte de Uruguay o la declaracion de Uruguay como la tierra prometida vasca y que emigren todos para Uruguay To: rodelu@yahoogroups. com From: gretterc@cox. net Date: Mon, 9 Jul 2012 08:22:20 -0700 Subject: [Rodelu] hijos y nietos de vascos Uruguay tiene la "rara" condición de que todos sus principales dirigentes políticos ( José Mujica, Jorge Larrañaga, Luis Alberto Lacalle y Pedro Bordaberry) son nietos de vascos. Yo no se si todos, pero algunos de ellos parecen "hijos de vascos" y otros son conocidos, por gran parte de los uruguayos, como hijos de .... madres trabajadoras. Somos todos tan pluscuamperfectos. Carloncho NEWS [Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto] [Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto] Arriba Responder a remitente | Responder a grupo | Responder mediante la Web Mensajes con este tema (2) 2. La lucha de clases y el militarismo. (Batlle-Mibelli) Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi Lun, 9 de Jul, 2012 7:34 pm El señor Batlle y Ordóñez, aclarando sus palabras, admite que en el mundo existe una clase obrera y otra u otras que no lo son, Pero, no acepta que una y otra estén en lucha permanente. Insistimos, pues, sobre este concepto. Al revés de lo que nuestro contendor cree, la lucha de clases es fundamental en la cuestión militarista. Porque el señor Batlle no la admite, llega a la conclusión de que las naciones deben armarse. Y precisamente por lo contrario, porque nosotros estamos convencidos, desde que Marx lo demostró, de que la lucha de clases ha hecho la historia, somos antimilitaristas. Y el fenómeno se ha destacado con toda nitidez, desde que la máquina ha aparecido sobre el planeta. Antes de ella existió, lo hemos dicho. Al lado de los hombres libres, se movían en Grecia los esclavos; los señores vivían, en la época feudal, al lado de los siervos; hoy los obreros conviven en una ciudad con sus patrones. Tres etapas históricas, y, en el fondo, un solo hecho: la lucha entre los míseros y los poderosos, diferenciados en clases. Y en estos tres momentos de la vida social es fácil descubrir el motor de ese hecho: la razón económica. Los esclavos, los siervos y los asalariados de hoy, son la consecuencia de que la clase rica sea dueña de los medios de producción (suelo y máquinas) lo que implica la existencia de hombres que trabajen para aquella. No es fácil negar la lucha de clases, que es una lucha que franquea las fronteras. Es un hecho evidente, del que cada hombre tiene testigos en su propio hogar, que existe una enorme cantidad de hombres condenados a la pobreza. El mundo está desarreglado de tal modo, que unos pocos disfrutan de todos los goces, mientras los demás desempeñan el papel de espectadores en el banquete de la vida. Cada día, lo repetimos, es más difícil el bienestar para la mayoría de los seres. Y es más difícil, todavía, el acceso a la clase de los poderosos. La industrializació n de la sociedad, llevando la división del trabajo a sus límites extremos, convierte a los productores en resortes de la usina. A medida que el capitalismo desarrolla su poder, los obreros van perdiendo su personalidad profesional. Antes un ebanista hacía todo un mueble. Ahora, solo hace una parte. Y así en todos los oficios. Se produce, como consecuencia del desenvolvimiento progresivo de la mecánica, una nivelación profesional de los obreros, cuyo salario es casi siempre equivalente. Cuando los instrumentos del trabajo eran rudimentarios y la “mano” era un factor decisivo diferencial en el producto, los más diestros ganaban más y, por esto, podían llegar a la otra clase. ¿Quién no comprende que ahora es mucho más problemática esa ascensión? Todo esto sirve para demostrar que las fuerzas desarrolladas por el progreso, no están todavía al servicio de la clase proletaria, sino que han triunfado en provecho de los acaparadores de la riqueza. ¿Quién podría negar que la misma clase capitalista sale, en gran parte, del seno del proletariado? Lo sabemos. Pero, por uno que triunfa ¡cuántos quedan abajo, subyugados por la pobreza, impotentes para entrar en el círculo privilegiado! Esta no es una solución. No es deseable la perpetuación de un régimen desigual e injusto, so pretexto de que algunos han triunfado. No queremos la liberación económica de unos pocos, sino la de toda una clase, la proletaria, condenada a desempeñar en la sociedad actual la función de un rodaje, que participa del movimiento general para servirlo y no para aprovecharlo. Por más que el señor Batlle y Ordóñez insista, ningún obrero creerá que el futuro le deparará la riqueza. Esto no se ve más que en las películas cinematográficas y en los libros de lectura para niños. Hay algunos obreros que suben. Pero ¡a costa de cuantos sacrificios! Y cuando llegan ¡qué desencanto! Viejos y achacosos, sin ideales, ni esperanzas fuera la de vegetar, con rentas seguras, de unos días, ¡los últimos! que ya no son los de la juventud malograda en la lucha por el bienestar. No queremos la dicha para pocos y a tan grande precio, sino para todos. Y si esto es verdad, si la historia hace mover en su gran escenario a las dos clases en que se divide la sociedad, polarizadas e irreductibles, ¿cómo no admitir la lucha entre ellas? Por otra parte, y esto sea tal vez mas elocuente que toda la expresión verbal, ¿porqué los obreros se organizan en todas partes, en vastísimas agrupaciones independientes, de las que están cuidadosamente excluidos los hombres de la clase opuesta? ¿No es la huelga la expresión cabal de la lucha de clases? ¿Porqué, invocándola y admitiéndola, millones de hombres se llaman socialistas? ¿Por qué los proletarios de todos los países, creando una gran fuerza de aproximación, nueva en la historia, se proclaman solidarios en sus intereses y en su destino? Hemos dicho que la solución a la desigualdad social no es el reparto. Y no lo es… porque no es una solución, sino un error. Los socialistas no aspiran al reparto, que acusa un concepto pueril, puesto que los que naciesen después de él, se quedarían sin nada… El señor Batlle nos habla de “la apropiación por la Sociedad de los útiles del trabajo”. Acaso sin advertirlo, se ha puesto en nuestro camino. No tendremos, pues, más que empujarlo un poco hacia el punto adonde vamos, para que esté con nosotros. Eso es, al final de cuentas, lo que queremos; la devolución a la sociedad de los medios de producción, de los útiles de trabajo. ¿Cree el señor Batlle que llegaremos a eso, subsistiendo la clase que es dueña de ellos? No se da cuenta de que para alcanzar ese ideal, la clase burguesa deberá desaparecer, disolviéndose en el seno de la gran clase proletaria, como la sal en el mar? ¿Por qué no admite, entonces, que si la tendencia histórica de la actual sociedad es a devolver a todos lo que ahora tienen pocos, debe producirse inevitablemente, una lucha, la lucha de clases, entre los dueños de los útiles de trabajo y los demás? ¿Se despojarán los capitalistas de sus “útiles de trabajo”, generosamente, sin resistir? No aplicarán antes, contra los “usurpadores”, el ejército que el propio señor Batlle y Ordóñez cree que le hace falta a los países democráticos? Nuestro contendor no acepta que sea un hecho la lucha de clases, pero los hechos no le dan la razón. Esa lucha existe, porque mientras los pobres aspiran a estar como los ricos, estos no están dispuestos a favorecer a aquella aspiración en detrimento propio. Y porque la lucha de clases existe, -volvemos a decirlo-, la clase proletaria, que constituye el ochenta o el noventa por ciento de la población, no tiene interés en contribuír a la defensa nacional, entendida como la acción militar internacional. Sus intereses no son los de la clase capitalista y sus ideales son distintos. Mientras el pueblo trabajador aspira a la apropiación de los útiles de trabajo por los trabajadores, los capitalistas tienen interés en conservarlos. Y tan es así que la historia no nos ofrece un solo caso en que después de una guerra entre dos pueblos civilizados haya mejorado la suerte de los trabajadores. Los obreros de Suecia tienen más bienestar que los de Francia y España, no obstante ser éstos los países contemporáneos más belicosos, mientras aquella no ha tenido guerras. Fenómeno que es, por otra parte, bien explicable, si se considera que el papel de los obreros, en las guerras a que son arrastrados por intereses capitalistas, es el de servir con su esfuerzo, sus sacrificios y la propia vida, estos intereses ajenos. Es por esto también que las organizaciones obreras y el partido socialista, -dos aspectos distintos y complementarios de la lucha de clases-, son orgánicamente antimilitaristas. Y es por esto también que esa Rusia trágica y que dio tantos mártires a la historia, víctima de todas las opresiones y capaz de las más terribles rebeldías, al día siguiente de fundir con el calor de sus arterias segregadas el infame grillete, destronar tiranos y recuperar su libertad, puso en tela de juicio su deber de combatir por una causa que los “obreros y soldados”, que ahora mandan, no han comprendido ni conocen, a pesar de haberles costado, en tres años de catástrofe, cinco millones de muertos! Pero, el papel está claro. Seguiremos. Celestino Mibelli, Diario El Día, 9 de junio de 1917 Arriba Responder a remitente | Responder a grupo | Responder mediante la Web Mensajes con este tema (1) 3.1. EL MAESTRO DE LOS RELATORES Enviado por: "Carlos Gretter" gretterc@cox.net soyrodelista Mar, 10 de Jul, 2012 12:44 am EL MAESTRO DE LOS RELATORES - El maestro de todos los relatores de fútbol se llamó Carlos Solé . Es lindo recordarlo , y más en estos momentos de euforia celeste que vivimos. Crecí escuchándolo y luego a Heber Pinto, que fue otro de los más grandes innovadores entre los relatores . Entre mis grandes recuerdos de esta leyenda de la radio está aquel del tercer partido de Peñarol y River Plate, en Chile, por la Libertadores. De por sí el encuentro fue super emocionante, y más siendo Manya , como yo, pero su relato lo elevó hasta el éxtasis. Y la despedida que hizo al terminar el partido, aún hoy la tengo grabada en mis lindos recuerdos de aquella época. Me emociona y me pone la carne de gallina, pecando de antiguo con esa expresión, al recordar. ¿Cómo me voy a olvidar cuando Solé se salió del libreto usando expresiones casi prohibidas para aquella época, en su comentario final del partido ? "Vayan preparándose los peñarolenses y aficcionados uruguayos en Montevideo. Está este campeonato ganado, y si ustedes me permiten la expresión que no es académica, pero para ser más gráfico ... ganado a lo macho". Alguien dijo que el relator es un poeta, esa esencia no se la matan ni los incidentes en las tribunas, ni las groserías de los hinchas. El relator agranda las imágenes y transmite sensaciones y emociones. Lejos en el tiempo pero fresco en mis primeros recuerdos futboleros, está aquella frase de Solé en el mundial del 54, cuando en el último zarpazo se le empató a los húngaros viniendo de atrás y forzando el alargue. Qué más claro que aquel concepto : "el león sacudió su melena". Ese mismo día , por ese partido sentí la tristeza mas grande de mi joven vida hasta ese momento . Cuando el partido estaba 0-2 lo tomé con calma y resignación , porque los húngaros eran el mejor cuadro del mundial en ese tiempo ( y uno de los mejores de la historia del fútbol ) pero después del empate , al renacer las esperanzas y posteriormente perder por 4 a 2 .... fue un dolor tan grande ... que hasta fiebre me dió . Se dice que Carlos Solé ese día ... también lloró, al igual que en Maracaná, pero esta vez de pena, porque Uruguay perdía el invicto en campeonatos del mundo .Y fué de la manera más cruel. Carlos Gretter / Carloncho NEWS [Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto] Arriba Responder a remitente | Responder a grupo | Responder mediante la Web Mensajes con este tema (2) 3.2. Re: EL MAESTRO DE LOS RELATORES Enviado por: "williams Duarte" willicactus@yahoo.com willicactus Mar, 10 de Jul, 2012 6:34 am Muy bueno gracias por compartir. ____________ _________ _________ __ De: Carlos Gretter Para: Rodelu Enviado: Lunes, 9 de julio, 2012 6:56 P.M. Asunto: [Rodelu] EL MAESTRO DE LOS RELATORES
1.1.
hijos y nietos de vascos
Enviado por: "Carlos Gretter" gretterc@cox.net soyrodelista
Lun, 9 de Jul, 2012 7:34 pm
Uruguay tiene la "rara" condición de que todos sus principales dirigentes políticos ( José Mujica, Jorge Larrañaga, Luis Alberto Lacalle y Pedro Bordaberry) son nietos de vascos. Yo no se si todos, pero algunos de ellos parecen "hijos de vascos" y otros son conocidos, por gran parte de los uruguayos, como hijos de .... madres trabajadoras. Somos todos tan pluscuamperfectos.
Carloncho NEWS
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1.2.
Re: hijos y nietos de vascos
Enviado por: "Leonardo Traversoni" ltraversoni@hotmail.com leotrado01
Mar, 10 de Jul, 2012 1:22 am
En la noticia decian que quienes visitaban al Uruguay eran entre otros legisladores de Bildu un partido independentista, en realidad entonces se ve la verdadera intencion la anexion de la Vascongada por parte de Uruguay o la declaracion de Uruguay como la tierra prometida vasca y que emigren todos para Uruguay
To: rodelu@yahoogroups. com
From: gretterc@cox. net
Date: Mon, 9 Jul 2012 08:22:20 -0700
Subject: [Rodelu] hijos y nietos de vascos
Uruguay tiene la "rara" condición de que todos sus principales dirigentes políticos ( José Mujica, Jorge Larrañaga, Luis Alberto Lacalle y Pedro Bordaberry) son nietos de vascos. Yo no se si todos, pero algunos de ellos parecen "hijos de vascos" y otros son conocidos, por gran parte de los uruguayos, como hijos de .... madres trabajadoras. Somos todos tan pluscuamperfectos.
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2.
La lucha de clases y el militarismo. (Batlle-Mibelli)
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Lun, 9 de Jul, 2012 7:34 pm
El señor Batlle y Ordóñez, aclarando sus palabras, admite que en el mundo existe una clase obrera y otra u otras que no lo son, Pero, no acepta que una y otra estén en lucha permanente. Insistimos, pues, sobre este concepto. Al revés de lo que nuestro contendor cree, la lucha de clases es fundamental en la cuestión militarista. Porque el señor Batlle no la admite, llega a la conclusión de que las naciones deben armarse. Y precisamente por lo contrario, porque nosotros estamos convencidos, desde que Marx lo demostró, de que la lucha de clases ha hecho la historia, somos antimilitaristas. Y el fenómeno se ha destacado con toda nitidez, desde que la máquina ha aparecido sobre el planeta. Antes de ella existió, lo hemos dicho. Al lado de los hombres libres, se movían en Grecia los esclavos; los señores vivían, en la época feudal, al lado de los siervos; hoy los obreros conviven en una ciudad con sus patrones. Tres etapas históricas, y, en el fondo, un solo hecho: la lucha entre los míseros y los poderosos, diferenciados en clases. Y en estos tres momentos de la vida social es fácil descubrir el motor de ese hecho: la razón económica. Los esclavos, los siervos y los asalariados de hoy, son la consecuencia de que la clase rica sea dueña de los medios de producción (suelo y máquinas) lo que implica la existencia de hombres que trabajen para aquella. No es fácil negar la lucha de clases, que es una lucha que franquea las fronteras. Es un hecho evidente, del que cada hombre tiene testigos en su propio hogar, que existe una enorme cantidad de hombres condenados a la pobreza. El mundo está desarreglado de tal modo, que unos pocos disfrutan de todos los goces, mientras los demás desempeñan el papel de espectadores en el banquete de la vida. Cada día, lo repetimos, es más difícil el bienestar para la mayoría de los seres. Y es más difícil, todavía, el acceso a la clase de los poderosos. La industrializació n de la sociedad, llevando la división del trabajo a sus límites extremos, convierte a los productores en resortes de la usina. A medida que el capitalismo desarrolla su poder, los obreros van perdiendo su personalidad profesional. Antes un ebanista hacía todo un mueble. Ahora, solo hace una parte. Y así en todos los oficios. Se produce, como consecuencia del desenvolvimiento progresivo de la mecánica, una nivelación profesional de los obreros, cuyo salario es casi siempre equivalente. Cuando los instrumentos del trabajo eran rudimentarios y la “mano” era un factor decisivo diferencial en el producto, los más diestros ganaban más y, por esto, podían llegar a la otra clase. ¿Quién no comprende que ahora es mucho más problemática esa ascensión? Todo esto sirve para demostrar que las fuerzas desarrolladas por el progreso, no están todavía al servicio de la clase proletaria, sino que han triunfado en provecho de los acaparadores de la riqueza. ¿Quién podría negar que la misma clase capitalista sale, en gran parte, del seno del proletariado? Lo sabemos. Pero, por uno que triunfa ¡cuántos quedan abajo, subyugados por la pobreza, impotentes para entrar en el círculo privilegiado! Esta no es una solución. No es deseable la perpetuación de un régimen desigual e injusto, so pretexto de que algunos han triunfado. No queremos la liberación económica de unos pocos, sino la de toda una clase, la proletaria, condenada a desempeñar en la sociedad actual la función de un rodaje, que participa del movimiento general para servirlo y no para aprovecharlo. Por más que el señor Batlle y Ordóñez insista, ningún obrero creerá que el futuro le deparará la riqueza. Esto no se ve más que en las películas cinematográficas y en los libros de lectura para niños. Hay algunos obreros que suben. Pero ¡a costa de cuantos sacrificios! Y cuando llegan ¡qué desencanto! Viejos y achacosos, sin ideales, ni esperanzas fuera la de vegetar, con rentas seguras, de unos días, ¡los últimos! que ya no son los de la juventud malograda en la lucha por el bienestar. No queremos la dicha para pocos y a tan grande precio, sino para todos. Y si esto es verdad, si la historia hace mover en su gran escenario a las dos clases en que se divide la sociedad, polarizadas e irreductibles, ¿cómo no admitir la lucha entre ellas? Por otra parte, y esto sea tal vez mas elocuente que toda la expresión verbal, ¿porqué los obreros se organizan en todas partes, en vastísimas agrupaciones independientes, de las que están cuidadosamente excluidos los hombres de la clase opuesta? ¿No es la huelga la expresión cabal de la lucha de clases? ¿Porqué, invocándola y admitiéndola, millones de hombres se llaman socialistas? ¿Por qué los proletarios de todos los países, creando una gran fuerza de aproximación, nueva en la historia, se proclaman solidarios en sus intereses y en su destino?
Hemos dicho que la solución a la desigualdad social no es el reparto. Y no lo es… porque no es una solución, sino un error. Los socialistas no aspiran al reparto, que acusa un concepto pueril, puesto que los que naciesen después de él, se quedarían sin nada… El señor Batlle nos habla de “la apropiación por la Sociedad de los útiles del trabajo”.
Acaso sin advertirlo, se ha puesto en nuestro camino. No tendremos, pues, más que empujarlo un poco hacia el punto adonde vamos, para que esté con nosotros. Eso es, al final de cuentas, lo que queremos; la devolución a la sociedad de los medios de producción, de los útiles de trabajo. ¿Cree el señor Batlle que llegaremos a eso, subsistiendo la clase que es dueña de ellos? No se da cuenta de que para alcanzar ese ideal, la clase burguesa deberá desaparecer, disolviéndose en el seno de la gran clase proletaria, como la sal en el mar?
¿Por qué no admite, entonces, que si la tendencia histórica de la actual sociedad es a devolver a todos lo que ahora tienen pocos, debe producirse inevitablemente, una lucha, la lucha de clases, entre los dueños de los útiles de trabajo y los demás? ¿Se despojarán los capitalistas de sus “útiles de trabajo”, generosamente, sin resistir? No aplicarán antes, contra los “usurpadores”, el ejército que el propio señor Batlle y Ordóñez cree que le hace falta a los países democráticos?
Nuestro contendor no acepta que sea un hecho la lucha de clases, pero los hechos no le dan la razón. Esa lucha existe, porque mientras los pobres aspiran a estar como los ricos, estos no están dispuestos a favorecer a aquella aspiración en detrimento propio. Y porque la lucha de clases existe, -volvemos a decirlo-, la clase proletaria, que constituye el ochenta o el noventa por ciento de la población, no tiene interés en contribuír a la defensa nacional, entendida como la acción militar internacional. Sus intereses no son los de la clase capitalista y sus ideales son distintos. Mientras el pueblo trabajador aspira a la apropiación de los útiles de trabajo por los trabajadores, los capitalistas tienen interés en conservarlos. Y tan es así que la historia no nos ofrece un solo caso en que después de una guerra entre dos pueblos civilizados haya mejorado la suerte de los trabajadores. Los obreros de Suecia tienen más bienestar que los de Francia y España, no obstante ser éstos los países contemporáneos más belicosos, mientras aquella no ha tenido guerras. Fenómeno que es, por otra parte, bien explicable, si se considera que el papel de los obreros, en las guerras a que son arrastrados por intereses capitalistas, es el de servir con su esfuerzo, sus sacrificios y la propia vida, estos intereses ajenos. Es por esto también que las organizaciones obreras y el partido socialista, -dos aspectos distintos y complementarios de la lucha de clases-, son orgánicamente antimilitaristas. Y es por esto también que esa Rusia trágica y que dio tantos mártires a la historia, víctima de todas las opresiones y capaz de las más terribles rebeldías, al día siguiente de fundir con el calor de sus arterias segregadas el infame grillete, destronar tiranos y recuperar su libertad, puso en tela de juicio su deber de combatir por una causa que los “obreros y soldados”, que ahora mandan, no han comprendido ni conocen, a pesar de haberles costado, en tres años de catástrofe, cinco millones de muertos!
Pero, el papel está claro. Seguiremos.
Celestino Mibelli, Diario El Día, 9 de junio de 1917
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3.1.
EL MAESTRO DE LOS RELATORES
Enviado por: "Carlos Gretter" gretterc@cox.net soyrodelista
Mar, 10 de Jul, 2012 12:44 am
EL MAESTRO DE LOS RELATORES -
El maestro de todos los relatores de fútbol se llamó Carlos Solé . Es lindo recordarlo , y más en estos momentos de euforia celeste que vivimos. Crecí escuchándolo y luego a Heber Pinto, que fue otro de los más grandes innovadores entre los relatores .
Entre mis grandes recuerdos de esta leyenda de la radio está aquel del tercer partido de Peñarol y River Plate, en Chile, por la Libertadores. De por sí el encuentro fue super emocionante, y más siendo Manya , como yo, pero su relato lo elevó hasta el éxtasis. Y la despedida que hizo al terminar el partido, aún hoy la tengo grabada en mis lindos recuerdos de aquella época. Me emociona y me pone la carne de gallina, pecando de antiguo con esa expresión, al recordar. ¿Cómo me voy a olvidar cuando Solé se salió del libreto usando expresiones casi prohibidas para aquella época, en su comentario final del partido ? "Vayan preparándose los peñarolenses y aficcionados uruguayos en Montevideo. Está este campeonato ganado, y si ustedes me permiten la expresión que no es académica, pero para ser más gráfico ... ganado a lo macho".
Alguien dijo que el relator es un poeta, esa esencia no se la matan ni los incidentes en las tribunas, ni las groserías de los hinchas. El relator agranda las imágenes y transmite sensaciones y emociones. Lejos en el tiempo pero fresco en mis primeros recuerdos futboleros, está aquella frase de Solé en el mundial del 54, cuando en el último zarpazo se le empató a los húngaros viniendo de atrás y forzando el alargue. Qué más claro que aquel concepto : "el león sacudió su melena". Ese mismo día , por ese partido sentí la tristeza mas grande de mi joven vida hasta ese momento . Cuando el partido estaba 0-2 lo tomé con calma y resignación , porque los húngaros eran el mejor cuadro del mundial en ese tiempo ( y uno de los mejores de la historia del fútbol ) pero después del empate , al renacer las esperanzas y posteriormente perder por 4 a 2 .... fue un dolor tan grande ... que hasta fiebre me dió .
Se dice que Carlos Solé ese día ... también lloró, al igual que en Maracaná, pero esta vez de pena, porque Uruguay perdía el invicto en campeonatos del mundo .Y fué de la manera más cruel.
Carlos Gretter / Carloncho NEWS
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Re: EL MAESTRO DE LOS RELATORES
Enviado por: "williams Duarte" willicactus@yahoo.com willicactus
Mar, 10 de Jul, 2012 6:34 am
Muy bueno gracias por compartir.
____________ _________ _________ __
De: Carlos Gretter
Para: Rodelu
Enviado: Lunes, 9 de julio, 2012 6:56 P.M.
Asunto: [Rodelu] EL MAESTRO DE LOS RELATORES