EN EL ATENEO DE BUENOS AIRES LAURA LEGAZCUE BAILA EL 31 ORQUESTA ELECTRO TANGHETTO ENTRADAS EN VENTA.TAMBIEN POR PLATEANET. boton HORA DE URUGUAY CON FINES DOCENTES-me acojo al art. 32 de la Ley de Propiedad Intelectual española que dice asi:Artículo 32. Cita e ilustración de la enseñanza. 1. "Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.

miércoles, 20 de febrero de 2013

PROGRES .BRILLANTE ,LA GALA DE MIERDA DEL GOYA.

BRILLANTE ,LA GALA DE MIERDA DEL GOYA.... http://www.libertaddigital.com/opinion/pablo-molina/robar-a-los-pobres-para-darselo-a-los-progres-67472/ Robar a los pobres para dárselo a los progres Pablo Molina TEMAS Premios Goya18 comentarios Todos los artículos de Pablo Molina El pasado domingo se celebró una sesión de psicoterapia colectiva, al modo de las organizadas por las asociaciones de alcohólicos anónimos, que RTVE tuvo el gesto de retransmitir en directo porque a la vez se repartían los premios anuales de una determinada rama industrial. La cinematografía, y eso. El desfile de personalidades recogiendo galardones resultó muy interesante para comprobar la evolución de los pacientes, después de que el estallido de la crisis económica les cogiera con el dedo todavía puesto en la ceja y "cantando a la alegría". Van mejorando. Desalojado del poder su partido, ya pueden dar rienda suelta a sus explosiones emocionales ejerciendo de portavoces de las víctimas que ellos mismos han contribuido a machacar. Hospitales sin mantas para los moribundos ni agua para mitigar su agonía, oleadas de suicidios a causa de la avaricia de los poderosos, niños traídos al mundo sin la menor garantía de que puedan recibir alguna instrucción pública, todo ello entreverado con observaciones pretendidamente irónicas sobre las golferías fiscales del partido en el poder, dieron forma a un espectáculo que nunca defrauda a sus incondicionales. Pero el momento mágico de la noche fue cuando una matrona prematura del cotarro hizo oficial su denuncia de un sistema "que roba a los pobres para dárselo a los ricos", que es la mejor definición posible del socialismo, aunque la pobre pretendiera con su frase señalar en sentido contrario. ¿Quiénes son los pobres y quiénes los ricos? Eso es algo que la susodicha no aclaró; no por el tiempo limitado de que disponía para su intervención, sino porque en la secta progre el análisis político se reduce a unos pocos sobreentendidos de carácter sentimental para separar a los buenos (los que piensan como ellos) de los malos (todos los demás). Si hubiera reflexionado antes habría evitado elegir como categoría disyuntiva el flujo monetario, puesto que todos los presentes, en última instancia, viven precisamente gracias al dinero que el "sistema" extrae de los pobres que no pueden dejar de pagar al fisco. Así pues, siguiendo su propia lógica, trabajar en un sector fuertemente subvencionado como el cine español les sitúa inmediatamente en el conjunto de los "ricos", que lo son gracias a que expolian a los pobres, según el viejo esquema marxista compartido por todos ellos. La constatación de su propia vileza podría tener consecuencias irreparables en gente tan emotiva, pero afortunadamente para todos ellos el presidente del tinglado había dejado sentado minutos antes el dato esencial que consagra la dimensión ética de sus trinques cotidianos. Fue cuando afirmó que el cine es "un derecho de todos". Un derecho "humano", le faltó añadir, con la propuesta formal de que la ONU lo incluya de inmediato en su Declaración Universal. Porque, a pesar de todas las apariencias, los progres no roban a los pobres. Simplemente detraen del Estado una módica cantidad para otorgar carta de naturaleza a un derecho esencial de las capas más desfavorecidas: el de no ir al cine a ver sus bodrios. Nunca tantos debieron tanto a tan pocos. https://pbs.twimg.com/media/BDiyuIFCIAAvDCY.jpg-------------------------------------------------------------------------------------------------------- EL PROGRE 20 de febrero de 2013 Compartir: SU DOBLE MORAL Decálogo del Progre de Pro: manual de la "hipogresía" de alfombra roja Punto uno: el progre siempre tiene razón. Punto dos: en caso de que no la tenga, se aplicará el punto uno. Y como insistas en lo contrario, te partirá el Goya en la cabeza. Primer punto del decálogo: El progre siempre está en posesión de la verdad absoluta. Lo hemos visto nuevamente. Hacía tiempo, la verdad. Pero han vuelto. A los revolucionarios de alfombra roja, me refiero. A los parias de la tierra enfundados en Dior, Gucci o Elie Saab. A los defensores del obrero que se enriquecen con las subvenciones que salen del sueldo del obrero. A los mitineros de tarima engalanada y megáfono dorado. Para mí que lo echaban de menos, lo del PP en el Gobierno, digo; me da que a estos y a estas el silencio les sienta muy mal (aunque, paradójicamente, la clara vencedora este año haya sido una película muda). Les cuesta estar callados delante de un micro; es normal, supongo. Son actores. Lo suyo es actuar; esto es, simular. Vivir otras vidas que no son las suyas, durante un rato; disfrazarse de gente de la calle, de ciudadano común y vulgar, interpretar el papel de pobres con problemas de pobres. Sólo así se entiende que Maribel Verdú, por ejemplo, culpe a "un sistema quebrado, obsoleto, injusto que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos" de todas las desgracias que acontecen diariamente en este valle de lágrimas y suicidios en el que se ha convertido España; y que lo diga sin sonrojarse, después de haber protagonizado Uci, la Hipoteca Feliz, película hipotecaria del Banco Santander, o el taquillazo Las Rebajas de El Corte Inglés, empresa que, por cierto, no permite los sindicatos. Sólo así se entiende que Candela Peña saque al ruedo la muerte de su propio padre para criticar torticeramente la sanidad pública del PP, cuando su padre murió hace tres años, con ZP. Sólo así se entiende la ristra de ingeniosas bofetadas al pepero Wert en esta gala y tanta caricia silenciosa en galas anteriores, cuando los ministros eran de la cuerda. Es lo que tiene la hipogresía, que da igual lo que sueltes –sea mentira o no; venga a cuento o no- si es contra la derecha; eso lo justifica todo. Todo. Libertad de expresión, lo llama el PSOE. Hipogresía, sólo eso y nada más, diría Poe. Y ya que estamos, por qué no aprovechar la cosa para hacer un repaso a esto de la hipogresía. Unas simples claves que definen a los progres en general y a los progres de la "cultura" en particular. Una especie de Decálogo del Progre de Pro. 1. El progre siempre está en posesión de la verdad absoluta. Si no piensas como él, no eres de los suyos. Y eso significa que eres un reaccionario, un facha, un ultraderechista, un fascista, un esbirro del imperialismo yanqui, un agente de la autarquía vaticano-sionista, un tonto de los cojones, un asesino y un cerdo capitalista, aunque no llegues ni a mediados de mes. Ya lo avisó Borges: "Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón." 2. El progre odia el capitalismo, pero ama el dinero. Persigue el dinero hasta la extenuación y se niega a reconocerlo también hasta la extenuación. Y si se lo haces notar te llamará cerdo capitalista, facha, etcétera hasta la extenuación. Ya lo dijo Víctor Manuel, cuando le mentaron la bicha ($): "Yo soy comunista, no gilipollas". 3. El progre padece una afección psicológica bipolar relativista-absolutista: por un lado el relativismo moral, intelectual y ético y por otro el absolutismo político. Esto es, sólo el progre tiene legitimidad para gobernar y, por tanto, justificación total para utilizar cualquier arma o método –cualquiera- que le lleve al gobierno o le perpetúe en él. 4. Todo vale en nombre del Progreso, santa palabra. Aunque el progreso vaya hacia atrás. Si el progre mata, roba, destruye, miente, insulta, manipula, corrompe, prohíbe o castiga es siempre por una buena causa: la suya. Bienaventurados los progres porque todo les será perdonado. 5. Atracción total por el totalitarismo. De izquierdas, claro. O islamista. O sea, las dictaduras comunistas y las teocracias fundamentalistas. En definitiva, cualquier sistema de gobierno que destruya la sociedad occidental… en la que ellos viven. Y muy bien, por cierto. 6. El progre lo politiza todo. Todo. Una ideologización permanente y generalizada que infecta cuanto toca: el deporte, el cine, la ciencia, la cultura, la información, el ocio, la moda, la solidaridad, la tecnología, las creencias, la justicia, las costumbres, la educación, la biología, la naturaleza, la comida, el tabaco. Es su arma favorita para llevar cada aspecto de nuestras vidas a su terreno y apropiarse de la razón absoluta a base de demagogia a discreción. Y funciona. 7. El progre es paternalista por naturaleza. O sea, le mueve un crónico complejo de superioridad que le empuja a dirigir las vidas de los demás en todos los ámbitos. Se otorga el derecho a decidir qué es lo mejor para nosotros. Y encima se cree que nos hace un favor. Y lo peor, él no se considera obligado a ejercer lo que proclama: se guía invariablemente por la máxima "Haz lo que yo digo, no lo que yo hago", que tan buen resultado ha dado a progres internacionales como Chomsky, Moore o Gore, auténticos héroes de nuestros progres patrios. 8. El progre es filántropo… con el dinero de los demás. O sea, que se gasta los bienes ajenos para ayudar a las causas en las que el progre cree, las oenegés afines. Ignora, claro, que el altruismo sólo es posible con el dinero propio. Lo suyo no es altruismo, es hipogresismo. 9. El progre es ecologista, pacifista, feminista, jovencista, antiglobalista, protercermundista, gaysista, minoriísta y todo lo que haya en la lista. Es paritario, solidario, dialogante, demócrata de toda la vida, cultísimo, moderno y tiene un gusto impecable. Lucha por la paz universal, la fraternidad planetaria y el mejoramiento social de los humildes. Es alegre y simpático, carismático y romántico. En una palabra, es guay. 10. En definitiva, todas estas ideas se pueden resumir en dos puntos. Punto uno: el progre siempre tiene razón. Punto dos: en caso de que no la tenga, se aplicará el punto uno. Y como insistas en lo contrario, te partirá el Goya en la cabeza. PS. Y menos mal que no estaba invitada la efímera Talegón. Una auténtica estrella... fugaz. ¡Pobre! Digo... ¡Progre! IR ARRIBA ¿Te ha gustado este artículo? Coméntaselo a tus amigos y conocidos: http://www.elsemanaldigital.com/blog.asp?idarticulo=127302&cod_aut=