TODOS LOS HUMANOS SUFRIMOS...CARTA ABIERTA CONMOVEDORA....A Los que hoy parecen burlarse de las marchas por la seguridad en Carrasco, qué hacían en octubre del año 2010 cuando vecinos de barriadas humildes se lanzaban a la calle para protestar contra la delincuencia que roba y mata? Este es mi testimonio de entonces.

TODOS LOS HUMANOS SUFRIMOS...CARTA ABIERTA CONMOVEDORA....A Los que hoy parecen burlarse de las marchas por la seguridad en Carrasco, qué hacían en octubre del año 2010 cuando vecinos de barriadas humildes se lanzaban a la calle para protestar contra la delincuencia que roba y mata? Este es mi testimonio de entonces. Me gusta · LA LECCION DE FERNANDO. Por Graziano Pascale de Graziano Pascale (Notas) el domingo, 31 de octubre de 2010 a la(s) 9:39 La cita era a las ocho de la noche. El sol todavía estaba alto, pero las nubes lo tapaban. Las primeras gotas me sorprendieron en la parada de 18 y Beisso, donde esperaba el 103. Cuando llegué a Camino Maldonado y Venecia, frente al kiosko donde el 14 de octubre cayó asesinado Fabricio, un muchacho de 22 años que tenía planes para casarse dentro de poco, la calle estaba mojada. Un puñado de personas había respondido a la convocatoria. No eran más de 30. Me dolió la indiferencia de tanta gente, tantos vecinos y amigos de Fabricio, que como muchos todavía siguen dando la espalda a esta realidad trágica de la muerte acechando en cada esquina, del miedo que los canallas que se arman para disimular su cobardía infunden a la gente decente. La gente estaba en silencio. La tía de Fabricio preguntaba por la novia de su sobrino. No querían empezar la marcha sin ella. EStaba demorada en un juzgado desde el mediodía, para ese ritual inútil y grotesco del reconocimiento del asesino, ese que nunca encuentran y que todo el mundo conoce. Los minutos pasaban. La gente comenzó a llegar. Se desplegaron sobre la calle varios carteles, en el más grande de los cuales se leía "Justicia y Seguridad". Un joven de vozarrón ronco dio las primeras órdenes. La columna se puso en marcha. El sol ya se estaba poniendo. En ese momento el puñado de personas se había transformado ya en una cuadra de la calzada con dirección al centro. Muchos llevaban velas encendidas dento del pico de botellas de plástico, que en algunos casos iluminaban la foto del amigo muerto. La tía llevaba la imagen de Fabricio de sonrisa eterna estampada en una remera. Algunos automóviles hacían sonar sus bocinas, y gente que volvía a sus casas caminando en sentido opuesto a la marcha gritaba también su apoyo. Las caras eran serias, tristes. Había jóvenes, algunos ancianos, hombres y mujeres maduros. Varios ojos estaban húmedos. Las consignas que se lanzaban para ser coreadas apenas lograban ser repetidas un par de veces. Daba la impresión que la gente quería protestar en silencio, mascullar su dolor hacia adentro, evocar el recuerdo del amigo asesinado a solas con la propia alma. En medio de la pequeña multitud que ya se había formado luego de tres cuadras de marcha, me llamó la atenció un joven en silla de ruedas, que empujaba con determinación el aro de metal que le daba impulso en medio de la lluvia que ya se había instalado. Su esfuerzo era notoriamente mayor que el del resto, y hasta vi que respondía con una mirada firme y una sonrisa en el rostro las miradas que se posaban sobre él. Me pregunté si había nacido con la discapacidad, o se había originado en un accidente de tránsito, otra de las plagas de esta sociedad malherida. No pude dejar de pensar en ese joven el resto de la marcha. Sería amigo de Fabricioo? Qué coraje! Muchos se habían quedado en casa, pero él estaba allí, y llegó hasta el final de la marcha en la Curva de Maroñas. Sólo dos días después, gracias a Anahir Freccero, supe que ese joven se llama Fernando, y que aún atiende a los clientes de la farmacia en la que trabaja desde hace varios años, asaltada innumerables veces como miles de comercios en todo Montevideo. En uno de esos asaltos el criminal no tuvo piedad (alguna vez la tienen?) y le disparó en la espalda cuando estaba tendido en el suelo. ¡¡Otro gran fracaso del manual del ministro Bonomi!! Los muertos sobreviven en el dolorido recuerdo de sus familiares y amigos. En vano siguen esperando que alguna ONG, alguna organización de derechos humanos, algún gobernante o parlamentario presto a volar sobre el río de la plata para asistir a velorios ajenos, se haga presente a expresar su dolor. Pero Fernando está ahí. Cuántas fotos de criminales le habrán mostrado policías, fiscales y jueces a ver si reconocía a su victimario? Cuántas veces habrá visto pasar por Camino Maldonado, la gorra sobre la cabeza, el dinero mal habido en el bolsillo, la risotada estúpida y la mirada perdida bailoteando en su rostro, al criminal que lo dejó atado de por vida a su silla de ruedas? Estas líneas simplemente tienen la finalidad de demostrar que la barbarie, la indiferencia, los manuales estúpidos e insultantes no van a pasar en silencio. Al menos hay que tener la decencia de gritar que tiene que terminar de una vez por todas la dictadura de los criminales, la parálisis de policías, jueces y fiscales que cobran sus salarios en base a los impuestos que pagan las víctimas. Bien lo sabemos los que ya padecimos la otra dictadura, que por lo visto ha dejado su secuela de miedo e impunidad en esta sociedad que se está muriendo con los ojos abiertos. Si el miedo nos vence, si la indiferencia nos induce a dormir la siesta, recomiendo ir a comprar algún energizante en la farmacia donde trabaja Fernando. 2Me gusta · · Compartir.................Graziano Pascale Como, según parece, hay personas que no simpatizan con las marchas reclamando seguridad en Carrasco, no está de más releer esta nota que escribí en octubre del año 2010, luego de asistir a una marcha reclamando seguridad en la Curva de Maroñas. La indignación entonces no la provocó el atraco a un oligarca de Carrasco, sino el asesinato aún impune del joven trabajador Fabricio Amarelle................................"NUNCA PENSE QUE ME PODIA PASAR A MI" De Graziano Pascale Comencè mi vida pùblica participando en marchas callejeres que rclamaban cambios sociales como si fueran la encarnaciòn de un sueño en el que todos podrìamos vivir felices y en libertad. Y ahora, casi 40 años despuès, me unì al grito desesperado de miles de compatriotas exigiendo que se terminen los asesinatos de nuestros hijos a manos de una delincuencia que ha puesto a la sociedad de rodillas. Es un balance triste y desolador de una vida entera. Las injusticias siguen ocupando su tr... Graziano Pascale Los que hoy parecen burlarse de las marchas por la seguridad en Carrasco, qué hacían en octubre del año 2010 cuando vecinos de barriadas humildes se lanzaban a la calle para protestar contra la delincuencia que roba y mata? Este es mi testimonio de entonces. Me gusta · http://www.facebook.com/notes/graziano-pascale/la-leccion-de-fernando-por-graziano-pascale/442807807966 Me gusta · · 4 · Hace 10 horas ·